Te pasamos las recetas y, luego, todas las claves para hacerlo en plan sano. Desayunar de forma brunch usa a veces puede ser un reto, sobre todo si eres de esas personas que no se levantan con hambre. Para todas estas ocasiones no hay nada como hacer un brunch, que es la combinación de desayuno tardío y comida temprana. Algo que va muy bien en periodos vacacionales y en esos momentos en los que no tenemos tiempo para hacer 3 comidas principales y 2 tentempiés.
Haz un poco más grande el hueco central y casca un huevo en él. Hornea a 190-200º durante unos 6 a 10 minutos, dependiendo de si os gusta más o menos firme el huevo. Córtala en tiras y rocía con zumo de lima. Reserva en la nevera mientras cortas cebolla morada en juliana y melocotón en gajos. Riega este conjunto con 2 cucharadas de zumo de naranja, 2 de aceite de oliva y añade 2 claras de huevo batidas. Córtalo por la mitad, úntalo con queso, pon hojas de lechuga, cebolla y tomate, añade salmón ahumado o fiambre de pavo y rodajas de huevo duro.
A esta mezcla, añade dos claras batidas a punto de nieve. 4 de aguacate, arándanos, leche de almendras y 1 dátil. Saltea la cebolla, ponla en el fondo de un plato de horno y casca dos huevos, salpimienta y cuece entre 6 y 10 minutos al horno a 190º. Sirve con judías verdes enteras y despuntadas hechas al vapor.
Y aliña con una mayonesa de yogur en lugar de la normal. Hazlo a fuego bajo y removiendo constantemente hasta que quede como una crema espesa. Añade melocotón a trozos y otra fruta a tu gusto y semillas de chía. El Shakshuka, versión libre de culpa by CLARAPor la noche, haz un sofrito de cebolla y pimiento verde y añade calabacín y berenjena cortados a cubitos pequeños. Luego, añade tomate triturado, salpimienta y cuece 30 minutos. Por la mañana, calienta este pisto de verduras, rompe un huevo en el centro y deja que se cuaje.
Acompáñalo con2 rebanadas de pan integral, y yogur con frutos rojos y nueces. Añade 4 cucharadas de esta granola a un yogur o un kéfir y acompaña de un puñadito de frutos secos picados. Haz un café largo, échale canela y añade cubitos de café. Haz cubitos con café y bátelos con un vaso de leche y canela. Para hacer esta leche dorada, bate un vaso de leche de avena con cubitos de esta leche y cúrcuma. Licúa un trozo de pepino, medio limón y pon en agua con hojas de menta machacadas y hielo. De manzana, jengibre y pimienta roja.
Licúa manzana, un trozo de raíz de jengibre, diluye en agua fría y pimienta en grano. Haz una infusión de romero y enfría mucho. Bate la pulpa del melón y rebaja con la infusión helada. Bolas de melón, sandía y mozzarella. Refrescante y saciante, porque la mozzarella es un queso ligero pero que llena. La proteína saciante de los huevos combina bien con el dulzor ligero de los tomatitos. Para un vaso de zumo, necesitas dos piezas de fruta mínimo, o sea, tomas el doble de calorías y una décima parte de la fibra.
No sale a cuenta, y menos con frutas de verano que ya son muy acuosas, como la sandía o el melón. Incluye proteínas ligeras, como atún al natural o en tataki, patés vegetales, de vez en cuando fiambre de pavo o jamón ibérico, etc. Pero no juntes todo esto en una comida. Que toda la verdura que haya en tu brunch no sea la del bloody mary. Pero que siempre tengan presencia en esta comida. Es típico acompañar el brunch con un cóctel mimosa o cualquier otro. Pero esto son 200 kcal, que una vez cada tanto te puedes permitir, pero no cada día.