Alfonso López Alonso – Cocinero en Recetasderechupete. Cómo hacer buttermilk casero o suero de mantequilla. Seguro que nombres como buttermilk cheese biscuits crémor tártaro, la pectina o el azúcar invertido os sonará a chino, casi tanto como el buttermilk.
No dejan de ser aliados en vuestra cocina a la hora de cocinar. Un punto más para que vuestros postres sean de rechupete. El suero de leche, de mantequilla, o buttermilk en inglés, es el suero que queda como residuo al preparar mantequilla de forma tradicional, batiendo la nata de la leche. Comercialmente se obtiene añadiendo bacterias de ácido láctico a la leche semidesnatada o desnatada hasta obtener un líquido ligeramente ácido. Este suero se incluye en numerosas recetas de bizcochos porque aporta esponjosidad y suavidad a los productos horneados. Es aconsejable combinarlo con bicarbonato, en lugar de levadura ya que neutraliza su acidez. El hecho de que esté tan presente ya en nuestras recetas se debe sin duda a la influencia de los países donde se comercializa de forma generalizada, no sólo para repostería, sino como bebida.
Se trata de combinar leche semidesnatada o desnatada con una cucharadita de zumo de limón. Al dejarlo reposar unos minutos quedará con aspecto de leche cortada y el toque ácido propio del buttermilk tradicional. Os dejo la receta para que a partir de ya no dejéis de hornear ningún bizcocho por no tener este ingrediente. Preparación de la buttermilk Preparar un buttermilk en casa no puede ser más sencillo. Removemos bien con una cuchara y dejamos reposar sobre 10 o 15 minutos.
La leche se volverá un poco más espesa casi como si fuera yogur, aparecerá como si se hubiese cortado. Ya tenemos nuestro buttermilk casero listo para utilizar en cualquiera de nuestros bizcochos. El buttermilk lo puedes hacer tanto con zumo de limón recién exprimido, como con vinagre de manzana. El tema del vinagre es que siempre lo tenemos a mano en casa, mientras que los limones no tanto. Aunque en vez de una cucharada de zumo de limón serían 2 de vinagre. El resultado es el mismo, y ni el limón ni el vinagre van a darle sabor a tu receta, lo dejo a vuestra elección. Consejos para un buttermilk casero de rechupete La cuestión es que en nuestro país no es frecuente encontrarlo en las grandes superficies.
Sé que lo comercializa la cadena alemana Lidl con la marca Milbona. Pero cómo no siempre podemos tener a mano un bote, os comento que es posible prepararlo en casa con ingredientes básicos y esfuerzo cero como podéis ver en esta receta. El verdadero buttermilk que se suele comprar en los supermercados se obtiene de batir nata para formarla en mantequilla. Y su sabor es un poco amargo. El que os presento aquí es otra opción, igual de efectiva, pero en realidad es leche desnatada fermentada con un tipo de bacterias denominadas estreptococos que producen una transformación de la lactosa en ácido láctico.