Su aprendizaje suele comenzar a los quince años, o a veces a edades más tempranas. Las geishas fueron bastante comunes en los siglos XVIII y XIX. Hoy en día aún existen, pero su geisha oysters ha disminuido.
Las geishas eran profesionales del entretenimiento y, originalmente, la mayoría eran hombres. Las geishas usaban sus habilidades en distintas artes japonesas: música, baile y narración. El primer Karyukai en nacer fue Kamischiken, o “Las Siete Casas Superiores”, ya que originalmente allí solamente había siete casas de té y numerosas okiya. Hasta el día de hoy, el número de ochaya ha ascendido, mientras que el de okiya ha descendido. Tradicionalmente, las geishas comenzaban su entrenamiento a una corta edad. Algunas jóvenes eran vendidas a las casas de geishas en su niñez, empezando una etapa de trabajo en la que se las llamaba shikomi. En esta etapa debían hacer tareas de limpieza y obedecer todo tipo de órdenes que se les encargaran.
Luego comenzaban su entrenamiento en varias artes tradicionales. La ciudad de Kioto mantiene fuerte la tradición de las geishas, y dos de los más prestigiosos y tradicionales distritos de geishas, Gion y Pontochō, están en esa ciudad. Las geishas de estos distritos son conocidas como geiko. Los hanamachi de Tokio, Shimbashi, Asakusa y Kagurazaka son también bastante conocidos. Debido a la miseria y hambruna con la que contaban algunos campesinos de la época, las niñas eran vendidas a las okiya. Las geishas reciben una educación estricta y muy específica desde muy temprana edad. Hoy en día, las shikomi también trabajan en tareas hogareñas, pueden vestirse a lo occidental y asisten a la escuela del karyukai para aprender las artes tradicionales del país.